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“Expedición Green World”: crónica del Escape Room que puso a prueba las mentes de Ajetreo Burgos

6 de agosto de 2025

“Expedición Green World”: crónica del Escape Room que puso a prueba las mentes de Ajetreo Burgos

Pistas, tensión y trabajo en equipo. ¿Aceptas el desafío?

Daneborg, Groenlandia – Estación internacional Green World.

Hace unos días, a las 22:38 hora local, se recibió la siguiente transmisión:

 – Aquí el comandante Alexei Kirinov… Solicito equipo de rescate urgente… Varios miembros de la expedición se han… Nesy Catiford ha desaparecido… No nos queda mucho tiempo… La humanidad debe… He sellado la estación… Ayúdennos…”

Esa ha sido la última comunicación que se ha registrado desde la estación. Preocupada, y tras un arduo debate, la comunidad internacional ha decidido finalmente enviar varios equipos de rescate especializado con la misión de averiguar el destino del comandante Kirinov, la doctora Catiford y los otros nueve miembros de la expedición. Por cuestiones de seguridad, el acceso a la estación sólo estará permitido por un tiempo muy limitado.

Así da comienzo Expedición Green World, un escape room creado desde cero por uno de los miembros de Ajetreo Burgos y del que varios equipos pudieron disfrutar el pasado sábado 2 de agosto, en lo que fue una experiencia que seguro recordarán. Y es que quien lo ha jugado anteriormente sabe que lo que este escape room ofrece es algo muy especial… Porque el cariño con el que se ha diseñado cada prueba se deja palpar en cada enigma por resolver y cada candado por abrir. 

Por si, como alguna de las personas que participaron, no has oído hablar o no sabes en qué consiste esta actividad, ¡sigue leyendo!

¡Tirada de ingenio para encontrar la salida!

Un escape room es una actividad de aventura interactiva en la que los participantes son encerrados en una habitación temática. En un tiempo limitado, que en este caso fueron 45 minutos, deben descifrar diversos acertijos, encontrar pistas y resolver enigmas de forma colaborativa para “escapar” de la sala. Por lo tanto, se trata de poner a prueba el trabajo en equipo, la lógica y la capacidad para encontrar soluciones bajo presión. 

Cada sala tiene una historia única, lo que brinda una experiencia inmersiva que puede variar desde el misterio y el terror hasta la ciencia ficción y la aventura histórica.

“Esperamos que hayan disfrutado del viaje en helicóptero, porque se les han acabado las vacaciones…”

De esta forma eran recibidos los diferentes grupos de expedición convocados el pasado sábado. Y, como lo que ocurre dentro de la sala debe seguir oculto tras un velo de misterio para que, así, próximos grupos lo puedan intentar, ¡vamos con lo que sí podemos contaros! 

Y quisiéramos hacerlo valorando la alta participación y el buen rollo aportado por quienes se convirtieron en escapistas por un día. Porque el trabajo y esfuerzo que implica preparar este tipo de actividades se ve compensado y con creces al ver la satisfacción y lo que disfrutan las personas que se lanzan a probar.

Muy concretamente en este caso, ya que una de las particularidades de un escape es ver cooperar a un grupo en el que puede haber, incluso, personas que ni siquiera se conozcan. Y eso es, sencillamente, una experiencia en sí misma y algo muy bonito de ver desde fuera: cómo la comunicación y la colaboración posibilitan la unión y la generación de un sentimiento de equipo. Porque se demuestra que es posible, que hay una frescura muy peculiar que nace de esa incertidumbre y que un objetivo en común nos acerca.

Es más, ¡todos los grupos consiguieron escapar! Resolvieron las pruebas con éxito en el tiempo límite, apenas unos segundos por debajo o por encima de lo estipulado. Lo cual es una gran noticia porque, como corroboraron los participantes, el nivel de las pruebas está adecuadamente ajustado y el desafío es asumible, lo suficientemente motivador para mantener la tensión, pero al alcance de todos para ser resuelto. Y es que ese es uno de los principales retos a la hora de diseñar un escape room desde cero. 

Es más, pese a que tenían la opción, ¡ningún grupo pidió pistas! Creemos que estaban tan inmersos en la experiencia que ni pensaron en recurrir a ello… ¡Y apuraron algo más esos segundos!

Ecos de la expedición (y lo que nos llevamos a la siguiente)

Como toda aventura, los imprevistos (pese a su nombre) son bastante esperables, y esta ocasión no fue menos. A nivel técnico, alguna pieza que no quedaba como tenía que quedar, que no se pegaba como se tenía que pegar… Nada que no pudiera solucionarse con un poquito de ingenio y maña. Y paciencia y calma, de eso que no nos falte.

Al final, pequeñas herramientas e ideas improvisadas hicieron que, afortunadamente, se mantuviera el flujo de la experiencia, y a buen ritmo. 

De hecho, se habían preparado diferentes versiones de algunas pruebas por si hubiera sido necesario poner en marcha ciertas adaptaciones, pero no fue así. Lo cual fue una lección, pues aprendimos que las personas sorprenden por su capacidad de observación y de resolución. Que ante unas mismas pruebas hay diversas maneras, todas igualmente válidas. Ni más correcta, ni más sencilla ni mejor. Que cada uno aporta diferentes recursos y habilidades al trabajo grupal y que, como nos habréis leído en alguna otra ocasión, volvemos a ser testigos de cómo “el todo es mayor que la suma de las partes”.

Que lo metódico y lo caótico se combinan y que, siempre y cuando haya comunicación, todo fluye…
Como anécdota, digamos que puede ser (así fue) que en el primer grupo se produjera un pequeño “fallo/atasco” por la manipulación de un elemento imprescindible en una de las pruebas (vamos, que no tiraba). Pero el buen hacer y la colaboración de todos quienes estaban allí hizo que se solucionase, que se convirtiera en un momento divertido, y que, pese a tener que pausar el temporizador, la partida continuara con normalidad. Y sí, el arreglo aguantó el resto de la jornada.

¿Mejoras a futuro? Fundamentalmente una, y es que el lugar donde se realizó, pese a ser el único a nuestra disposición para la ocasión, no era idóneo por no ser accesible, lo cual afecta a la participación de personas con movilidad reducida. Y se tendrá muy en cuenta…

Misión cumplida…¡Por ahora!

Nos queda dar las gracias a todas las personas que participaron y que colaboraron, tanto en esta ocasión como en las anteriores, para hacerlo posible. A quienes aún no lo hayáis probado, os animamos a hacerlo. A poner a trabajar la mente y a darle un poquillo al pensamiento lateral, creativo y a disfrutar, al fin y al cabo, de un buen rato en buena compañía. Que sigue siendo de lo que todo esto se trata…

Desde Ajetreo, os podemos hacer un spoiler…Y es que habrá más. Se viene un taller, para quienes tengan la curiosidad y les pique el gusanillo de cómo realizar un escape desde cero, aparte de otras aventuras de las que escapar. 

Prepárate…¡Las puertas se abrirán de nuevo muy pronto!

Tags :
Ajetreo,Camarilla,Escape room

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