Ajetreo Burgos convierte la cultura en juego en una noche mágica

La Noche Blanca de Burgos es un evento cultural anual que transforma la ciudad en un escenario vibrante de arte, música, danza, teatro y luz. Durante unas horas, plazas, museos, teatros y calles se llenan con más de 180 actividades gratuitas, con espectáculos que van desde video‑mapping sobre la catedral, marionetas gigantes itinerantes, instalaciones de luz, hasta talleres infantiles y sesiones musicales que se extienden hasta bien entrada la madrugada .

Para su decimosexta y última edición hasta el momento, celebrada el sábado 31 de mayo de 2025, se tuvo a bien invitarnos a formar parte, lo cual nos inundó de ilusión pues representaba la oportunidad de participar en un evento muy especial para nuestra ciudad. Sin duda alguna, la Noche Blanca ha supuesto un hito para Ajetreo. 

Os contamos por qué esta velada quedará para siempre en nuestra memoria.

Así vivió Ajetreo la noche más cultural de Burgos.

Si tuviéramos que definir la Noche Blanca, podríamos describirla como una experiencia tremendamente grata. Porque ha sido agradable, satisfactoria y, sencillamente, aquello que siempre procuramos que sean este tipo de Jornadas: un momento de encuentro entre diferentes personas con un objetivo común, que no es sino jugar y disfrutar. En el que la puerta se abre de forma visible para quienes estén buscando una mesa a la que unirse.

Precisamente, es ese objetivo el motor que impulsa el tiempo de preparación que hay detrás. Quienes han estado tras bambalinas, ya haya sido organizando, coordinando o dirigiendo actividades, lo han vivido con energía, optimismo y buen hacer. Y eso es, quizás, lo más valioso que tengamos y el alma de esta asociación. Personas que respiran, transmiten y avanzan guiadas por una ilusión común. 

Las mesas se llenaron en los días previos al evento y, desde aquí, lanzamos nuestro agradecimiento a la Gerencia de Servicios Sociales y Juventud, a la Estación de la Ciencia y la Tecnología y a Burgos Moderno por habernos dado espacio y visibilidad y, así, haber podido llegar a más personas que, con actitud inquieta y ganas de probar algo nuevo, se acercaron a conocernos. De esta manera, personas socias, otras asiduas a las Jornadas y otras que le dieron a la actividad una primera oportunidad ese día confluyeron jugando. 

Al acabar, satisfacción. Por su parte y por la nuestra. Objetivo más que cumplido.

¿Qué destacaríamos de esta ocasión? 

Las caras nuevas, el interés genuino y que quien quisiera pudiera acercarse a rondar y curiosear mientras que quien quiso jugó, disfrutó y desconectó. Que hubiera personas viendo de cerca qué se hace, cómo se hace y sentir, ojalá, esa cosilla por dentro que les invite a sentarse en una mesa de juego en el futuro. 

Y, de forma interna, fue la primera vez que nos lanzamos a combinar Rol y Tablero en unas Jornadas. De cara al futuro, tenemos una respuesta directa a lo de “mezclarnos”: funciona. Y funciona bien. Resultó ser un verdadero éxito y nos llenó de algo muy bonito por dentro…

Porque ha sido la confirmación de que se puede. 

De que juntos no solo somos más, sino mejores.

Que para aquello que pueda presentarse como un reto, tenemos la suerte de contar con personas que, remando en una misma dirección, sacan a flote este tipo de iniciativas. 

Porque lo cierto es que todo fue sobre ruedas. 

Cada vez funcionamos de un modo más orgánico, de percibir necesidad y generar respuesta, desde la unión. De forma ágil y coordinada. Y enriquecedora.

Todo salió de forma fluida gracias a la experiencia y cuidado de quienes planificaron, desarrollaron, de quienes comunicaron, difundieron, de quienes dirigieron las partidas, organizaron y coordinaron la bienvenida de participantes y visitantes. Y, por supuesto, porque sin esto último nada de lo anterior sería posible, a la implicación de quienes jugaron. Y de quienes jugáis.

Buena gente y buena compañía. Buena tarde. ¿Qué más se puede pedir?

¿Como aprendizaje? Se puede. Porque queremos hacerlo posible. 

Nos queda invitaros a la siguiente. 

Estad atentos… Que seguimos en movimiento. Seguimos rodando.

Lo mejor siempre está por venir.